viernes, 3 de abril de 2009

De lo oculto



Mi reposo en su pecho no es eterno
y los olores de suspiros me
revuelven el estomago,
y siento frío y lluvia.
No hay nada mas que mis colores,
que el gusto viscoso de la mañana,
que el cielo unos minutos antes de dormir,
que el desayuno con él,
que el talco de las zapatillas,
que algún rastro de cuerpo,
que algún poema que nunca conozco,
que su vos y su tosca risotada.

Como filo de cuchillo pasan los días,
y uno se siente encerrado y odia,
y por eso miramos mal y reímos bien.
Como idiotas que huyen,
pero no queda mas que huir para
un irresponsable consigo mismo.
Y siempre que me duele la cabeza
o fumo un cigarrillo
pienso en él y las angustias que nos unen,
y esos pedazos de mañana incompletos
que me hacen reír tanto.

No hay nada mejor que decir que si,
sabiendo que tal vez mañana yo no esté aquí
y que mis padres lloraran y yo..
yo seré la nada soberbia y ganadora,
feliz por haber marchitado
con el recuerdo en el puño y eso que
se dice corazón.
Los ojos me quemaron
y fue su sol y soledad
y lo suficiente como para perdonarle
las sombras floridas.

Es más que todo y lo necesario
o lo que misteriosamente
se me oculta tanto.
Si el amor no existe, y el tiempo es largo
y no he sido lo suficientemente clara
entonces él es el comienzo.
Entonces estaré muy bien
con el recuerdo de mi sonrisa
en el colectivo a casa
después de aquel beso.