jueves, 27 de noviembre de 2008

No es vano pensar en venganza en tiempos de felicidad, así cuentan los viejos visionarios, que ha pesar de tenerlo todo siguieron mutando sus fuerzas para conquistar más de lo que tenían.Los cielos se tornan paralelos en cuanto una sustancia nueva aparece en gracia de los seres, y de los seres abunda la esperanza de la salvación y el maleficio de la corruptibilidad.

No es fácil conquistar un imperio...pero peor aun, no es nada fácil admitir que estamos solos para hacerlo. Nuestras pieles calvas se nutren de la desgracia ajena y eso jamas en la historia será revertido, excepto en algunas sustancias, que ajenas y llenas, muy llenas, culminan su obrar ahogándose en su propia desgracia por dar su pellejo crudo.

Nos miran y retienen, es imposible escapar a ellas, simplemente con la luz del día podríamos estar mas calmos, pero en la descorazonada de la oscura noche, ni tibia ni helada, decidimos no ser, y solo sustancia exasperada nos corre dentro. Nos decimos "no mirar, mejor no mirar!" y con los dientes clavados a una almohada, ensimismados (siempre ensimismados) no hay mas que sueños estropeados y tal vez una sonrisa al amanecer y escuchar sólo pájaros.

Nos miran y consuelan, y la fraternidad es lo único que tenemos par vivir, "seremos lo que seremos, pero no lo que fuimos", una agradable respuesta para quien decide darse otra oportunidad, un temible destino de quien no tiene conciencia.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Aquellos que no entienden

Pocas horas en la noche
nos refugiamos en el abrazo
de nuestros padres.
Sentimos las pantuflas
y las manos tiemblan de sudor
Las políticas a medias no sirven
si no hay cuentos de por medio,
pero nos juzgan, eso sí.
Y nos alimentan de mugre moral
y justicias efímeras
que nos dejan mudos,
porque es una falta de respeto
una insolencia, un mal hábito
un horroroso atrevimiento
decir sólo, "buenos días"
Sacrificamos tantas lágrimas
para saber quienes eran ellos,
y en verdad, nunca lo sabremos
Medimos la vida mal y olvidamos
que la mano que meció la cuna
nunca existió,
y que sólo fuimos instinto
lleno de algo que nada se le parece
al amor, pero intenta serlo.



No calles y deja eso
de que alguna vez nos quicieron
arrancar de sus entrañas...
aunque tal vez hubiera sido lo mejor,
pero quien sabe si fuimos parte
de esas entrañas...extrañas.
En fin. aquí estamos, en consecuencia,
dopados, entumecidos en la falaz
unión de sangre,
en el rencor acobardado
por la sociedad civil
destinada al fracaso.
He aquí el resultado de juguetes caros,
de barquitos de papel, de espumas,
de corcet desprendido, de pantalones remendados,
de calores frustrantes.
He aquí...escrachados y victoriosos
en casa de aquellos cuyas manos
nos dieron de comer, pero no nos alimentan ya.
De aquellas frutas maduras
que no pueden caer de los árboles.
Nos escurrimos a pasos agigantados
la vida junto y lejos de ellos,
ellos, que no nos entienden.








sábado, 15 de noviembre de 2008


Y es ahora despues del luego, cuando todo vuelve a su armonia, que todo regresa y todo se va, que los ojos se estiran tratando de ver las explicaciones, las causas, los porqué, la verdadera escencia o el verdadero ser.

Pues bien, jamás se vieron, solo en el umbral de alguna deseperación tal vez, sólo por cometer el terrible pecado de intentar llegar a ser felices con lo que no es dichoso siquiera en sí mismo.




noche


Cae dormida por fin la noche tibia y relajada
Cansada del sol agobiante, cansada de la tierra quebrada,
Cansada de caminos errantes y pastos en gris.
Nada importa ya, solo el poder tener un dulce sueño
Para olvidar la amarga realidad, solo eso
Acurrucada a la vida se queda con desdeño.
A la noche no le importa la economía, la política,
La moda, el bronceado, los caracoles o las anémonas,
Solo desea arrancarse esa soledad ya marchita
El día no comprende la tristeza de la noche,
Solo le da el olvido temporal como consuelo
Y sol resplandeciente y nubes vanidosas
Fría o calida, estrecha o eterna
Canta la noche una efímera sentencia a sus desgracias
Preguntándose…cuando le llego la soledad?

jueves, 13 de noviembre de 2008

martes, 11 de noviembre de 2008

sujeto 1

Sólo ante el escalofrío de lo extraño, lo ajeno, lo obtuso y lo inconcreto es que nos lastima hablar con el de al lado. No martillamos nunca nuestros pies, pues ya están clavados y remendamos arapos para no regalarlos rotos. Asi que un día un sujeto cualquiera decide hechar marcha atrás su vida y se encuentra con que ya nada se puede hacer, y asoma a cualquier puerta en busca de ayuda y tras aquellas puertas no encuentra mas que velas encendidas para algún santo, y este sujeto, desesperado por encontrar a otro sujeto, no tiene alguna entre sus manos y dentro de su estómago. Al ver tal espectáculo desértico y melancólico tras las puertas enfurece, enfurece tanto que ni él se reconoce y corre de nuevo hacia su presente en busca de ayuda, pero ah sorpresa que depara el burlón tiempo! Cuando llega a su hogar se detiene lentamente ante la puerta, como con ánimo neutro ya, busca las llaves en sus bolsillos, su tambaleante mano roza el picaporte mientras la otra intenta penetrar la llave, da media vuelta, respira profundo y exhala lento, da otra media vuelta, exhala entrecortado y con sonido aspero, da una vuelta más, pero esta vez la da completa. Cuando escucha el crack, decide no ingresar a su casa pues los pies los tenia muy calientes, entonces se quita los zapatos y las medias con dificultad, y se da cuenta que el suelo nunca había estado tan suave. Ingresa por fin a la casa, abre la puerta con temor pero rápidamente, y lo que encuentra no es digno de ser contado, ni nombrado, no es digno de un dios ni de un diablo, es nada, solo vacío explícito de no tener a aquel otro sujeto, otra vez.