domingo, 18 de julio de 2010

Memorias

Me quedo dentro de mis instintos
y en la cultura que me vio nacer
Como paloma seca
como máscara china
En la penumbra de una ventana
yacen las herencias malditas
con el clamor de los desheredados.
Y mañana, cuando de barro de vista
y la estepa me resguarde
seré la nada misma
que sembró la memoria familiar.
Desde una abuela alunada en sus difuntas caricias,
el semen olvidado de un hermano bastardo,
y jamás un domingo de vigilias.
Es la siempre pulcra vagina
y el cacharro viejo que se oxida
bajo la canilla semi abierta
De barro y metal se nutren mis flores
La inconsciencia, mal parturienta
de amores y golpes en la mesa.
Y ese sometimiento
de la vieja que veo en la ventana.
No quiero ser errante en las conocidas mañanas,
del olor a guiso fundido
y el estómago afligido.
Mas es mi herencia el poniente sol
que veo ceñida desde la ventana.







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