lunes, 6 de junio de 2011

De las enfermedades









Me decís enferma

enferma, sí, con el pelo sucio

mucho pelo, no!, es vello.

Me envuelves entre tus brazos

estrujas el cerebro,

y decís enferma

A veces no entiendo

por qué tanta brevedad

en las cosas que digo.

A veces sueño con exterminarte

y al final, solo humo

de tu cigarrillo prendido.

Que tan siniestra puedo ser

al llamarte cada ves que te odio

o lamerte hasta las axilas

Me enseñaste el basurero de la vida

las mentiras de los niños inmaculados

y los úteros mal formados.

Me dijiste que todo estaba mal

que solos era mejor,

que 500 noches no alcanzan.

Y ahora, acá me ves,

tratando de ser original

en el suicidio de tus ideas.

La festividades de los demonios

serán a mi suerte, el karma

de las vírgenes suicidas.

Y a tus lamentos del hospicio,

serás, como decía Andrés

el novio del olvido.

Te fuiste mas de 5 veces,

hasta la costumbre de morir

se quedo tranquila.

Una vez más nos veremos

y seremos fieles

a la vida del placer y el dolor.

Con dolor.

2 comentarios:

Barrabasada dijo...

¿?-

Esto es pésimo mariel. Yo no escribo para vos. Sino por mi. Y de todos modos. es indistinto. Si no tuviese tu foto. no se nota. Se lo escribí a alfredo. Besos.

Barrabasada dijo...

Eramos unos niños.