Resulta que desde lo más caótico
me sumergí una vez en gente que no entendía,
el cosmos es necesario e inevitable,
eso seguro.
Pero en cuanto tenga la más mínima oportunidad,
saltare sobre conventos y elechos
sólo por necesidad de vértigo,
solo porque me creo libre
y no lo soy.
Sólo por que pretendo tener
la última palabra
y ni siquiera sé cómo me llamo,
y sólo porque quiero verte
aquí y ahora,
pretendo una inmensidad en tan pequeño cuadrado,
pero me gusta verte sonreír
en el más escandaloso y desorganizado desdén
de quienes nos dicen "te quiero".
Y luego, y por qué no ahora?
limpiamos los que vomitamos,
borramos lo que escribimos,
olvidamos que alguna vez
fuimos parte del atardecer que tanto nos irrita
y de esa verticalidad mentirosa.